La verdad toda mi primaria (y mi primer año de secundaria) fue un caos. Nunca fui un estudiante estrella, pero no porque no pudiera; era simplemente porque me chocaba la escuela. Esta rutina monótona de despertarme a las 5 de la mañana, bañarme, desayunar, lavarme los dientes, llegar a la escuela a las 6 am para tener un dictado acerca de los poemas durante dos horas, acabar y sentir que estuve escribiendo como zombie sin entender nada de lo que había escrito, simplemente perdiendo mi tiempo; pero sin poder decir aquello, ya que si lo dijera, me dirían que soy un estudiante mediocre y sin futuro.
En fin. Un lugar en el que simplemente mis ganas de estudiar eran absorbidas por gente con la que no quería convivir. Ya que profesores y compañeros me llamaban loco por pensar en mi futuro desde chico, lo que para ellos era no disfrutar mi juventud.
Esas palabras me hicieron reflexionar acerca de lo que hacía, pero llegué a la conclusión de que es muy diferente disfrutar tu juventud y arruinar tu futuro tomando alcohol y cosas por el estilo (lo que para ellos era vivir la vida al 100%)
Después de mucho tiempo hablando con mi papá sobre modelos educativos distintos, él me hizo llegar la ideología de LIKS y me preguntó si me gustaría tomar el riesgo; que sin dudarlo mucho, acepté.
Desde la primera semana de estudio, vi que había tomado una de las mejores decisiones que pude haber tomado. Al no tener que levantarme a llegar super temprano a la escuela para terminar trabajos y tomar clases de profesores abusivos que les gustaba empezar clases antes del horario escolar para salir antes. Me dio tiempo por primera vez, de levantarme a hacer ejercicio, hacerme un desayuno chido y empezar clases con tranquilidad.
Lo primero que hacemos al unirnos a la clase, es meditar, hablar unos 10 minutos con la mentora o hacer alguna actividad para despertar. Lxs mentorxs transmiten alegría y eso despierta ese amor por aprender que se creía extinto.
Todo el día es llevar una vibra bastante alegre, mientras acabamos una cantidad adecuada de trabajo. Al terminar el día cada quien va a hacer lo que quiere, debido a que no hay tareas de sentarte a hacer una síntesis de un libro (La mayoría de tareas, si es que llegan a dejar, son de máximo, unos 10 minutos de centrarte en lo que estás haciendo).
Por lo que tienes tiempo de disfrutar tu tarde. Ya sea tocando o escuchando música, salir con amigos, leer, ir a entrenar, o simplemente convivir con tu familia. Algo muy complicado de hacer llevando el ritmo desgastante de una escuela tradicional.
Este factor de una persona alegre y con pasión por enseñar y todos los demás anteriormente mencionados, sumados a muchos otros factores, como por ejemplo: compañeros participativos, trabajo interesante y eficaz y lo más importante para mí, Un ambiente de competencia sana y colaborativa. Daban como resultado, trabajos correctos que mejoraban día con día y que ni siquiera me daba cuenta que estaban saliendo bien, ya que simplemente lo disfrutaba. Si a mi me preguntaran el día de hoy, si recomiendo LIKS. Mi respuesta no saldría de mi boca. Simplemente los inscribiría a una actividad LIKS.